La hormiga cosechadora recibe su nombre común por su conducta de recolectar o cosechar semillas de forma constante, ya que es su principal fuente principal de alimento.
Es de color rojizo o marrón, y de tamaño relativamente grande, miden entre 6 y 12 mm.
Tienen pelos debajo de su cabeza que utilizan para limpiarse las antenas y patas.
Su hábitat
La mayoría de las especies viven en zonas desérticas y no entran en contacto con los seres humanos casi nunca.
Les gustan los lugares cálidos y secos para vivir, como desiertos y bosques de pinos.
Normalmente la hormiga cosechadora vive en campos y rara vez invade los hogares. Forman sus nidos en la tierra con un solo orificio de entrada.
Suelen limpiar muy bien los alrededores del hormiguero, son granjeras y almacenan semillas en el interior del hormiguero para alimentarse.
Las hormigas reducen la vegetación que rodea al nido en forma circular.
Muchas de las veces el exterior del nido está constituido por grava formando un túmulo. Las funcionalidades de este antiestético túmulo van desde un simple basurero donde las hormigas dejan lo que no pueden digerir, hasta una especie de regulador que sirve para capturar los rayos del sol y controlar la temperatura del nido
Se pueden pueden reconocer sus hormigueros cuando vemos grandes zonas cercanas a este, completamente devastadas de vegetación, esto lo hacen probablemente para evitar que la sombra cubra su nido.
La hormiga cosechadora roja llega a limpiar zonas de perímetro importante, desproveyéndolas de vegetación. Su hábito de remover toda la vegetación de alrededor de sus nidos causa grandes manchones y huecos en los jardines.
En otras ocasiones los montículos están cubiertos con pequeños guijarros, carbón, o incluso con fragmentos de vegetación muerta, que al calentarse rápidamente actúan como trampas de energía solar.
Las hormigas cosechadoras no invaden estructuras pero se consideran plaga urbana porque como te hemos contado su predilección por devastar la vegetación produce grandes extensiones de terreno desnudo.