La hormiga roja del fuego, conocida por su nombre científico de solenopsis recibe su nombre común obtienen su nombre común debido a su habilidad para infligir mordeduras y picaduras muy dolorosas.
Tiene un color rojizo oscuro, su cabeza es amarillenta y su abdomen es de color negro.
Sus dimensiones varían entre los 1.6 y 7 mm.
No suele atacar a los humanos, a menos que la provoquen. En cuanto a su picadura, posee una mordida muy fuerte y venenosa, capaz de convertirse en un dolor molesto y persistente, similar a la picadura de una avispa. Aunque su veneno sirve tanto como repelente como para uso antibiótico. Se dice que las obreras niñeras rocían a las crías para protegerla de microorganismos.
Son muy agresivas si se las molesta atacan a pequeños animales y pueden matarlos rápidamente.
Construyen extensos hormigueros bajo tierra con más de una entrada y la colonia puede alcanzar fácilmente más de medio millón de hormigas.
¿De qué se alimentan?
Se alimentan de semillas, nueces, vegetales y grasas.
Se alimentan principalmente de semillas y plantas aunque no hacen ascos a los grillos y cucarachas. A menudo atacan animales pequeños y pueden llegar a matarlos.
¿Dónde viven?
La hormiga de fuego suele construir sus hormigueros en la tierra, aunque a veces anida en la madera o mampostería de los edificios, especialmente en áreas cercanas al suelo y con temperaturas cálida, como por ejemplo en las chimeneas.
Si tenemos una colonia de hormigas de fuego cercanas a nuestro hogar podemos advertir una serie de problemas, ya que estas hormigas se sienten muy atraídas por las cajas de conexiones eléctricas como las de los semáforos y aparatos de aire acondicionado, dando como resultado que cuando se agrupan varias de ellas alrededor estos puntos eléctricos dejan de funcionar adecuadamente provocando su deterioro.
También suelen anidar en cajas y medidores de agua y gas y utilizar las líneas de estos servicios para ganar acceso al interior de las estructuras.